Negarse a llevar una máscara en un avión está a punto de salir muy caro. La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) ha anunciado que va a duplicar las sanciones civiles para quienes se nieguen a cumplir los mandatos federales sobre el uso de mascarillas en las aerolíneas comerciales, en los aeropuertos o en determinados medios de transporte público, como los trenes de pasajeros o los autobuses interurbanos. Los infractores reincidentes podrían enfrentarse ahora a multas de hasta 3.000 dólares.
Los infractores por primera vez serán multados con entre 500 y 1.000 dólares, frente a la cantidad anterior de 250 dólares. Los segundos infractores serán multados con entre 1.000 y 3.000 dólares. Las nuevas sanciones de la TSA, que son independientes de las multas impuestas por la Administración Federal de Aviación por comportamientos inseguros, entrarán en vigor el 10 de septiembre.